Europa no logra parar la escalada inflacionaria

La inflación arrasa en países como Alemania o Países Bajos con la mayor escalada desde la Segunda Guerra Mundial, y en Estonia, Letonia y Lituania con subidas de más del 20%. España y Francia han logrado equilibrarse y se desmarcan del resto.

Economía & Negocios10/10/2022 RH
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Los países europeos llevan más de un año sufriendo una escalada de precios inédita en las últimas décadas, cuya virulencia agujerea el bolsillo de los hogares y ahoga balances empresariales. 

Pero en los últimos meses ha habido un punto de inflexión: mientras que la inflación parece empezar a tocar techo en países como España, en otros estados se ha desatado todavía más, y amenaza con arrasar sus economías. 

"La zona euro es un mercado común, en el que la libre circulación de bienes y servicios haría pensar que existe una cierta tendencia a homogeneizar las tasas de inflación. Sin embargo, los datos que observamos muestran una fuerte disparidad en tasas de inflación", corrobora Pedro Aznar, profesor del departamento de Economía, Finanzas y Contabilidad de Esade. 

Los precios están subiendo a toda velocidad en países como Estonia, Lituania o Letonia, con tasas que llegaron a superar el 20% en septiembre, y en Alemania y Países Bajos alcanzan cotas nunca vistas desde la Segunda Guerra Mundial. Un panorama que ha ensombrecido las expectativas de la locomotora europea, que está al borde de la recesión y podría arrastrar al resto de países consigo. 

La inflación se convierte así en una suerte de hidra de 2 cabezas que amenaza al Viejo Continente. 

A un lado, están los países bálticos, y otras economías del Centro de Europa, como Países Bajos, Alemania, Austria o Eslovenia, con tasas que rebasan de largo el 10% e incluso llegan a superar subidas del 20%.

Al otro, apunta Aznar, hay otros países europeos como Francia o España, que "parecen tener más éxito en contener la inflación".

¿Qué ha pasado en los últimos meses para que países como España se hayan logrado desmarcar de las llamas de la inflación? En Business Insider España analizamos las posibles causas con expertos en economía:

Vendidos al gas ruso

Estonia, Lituania y Letonia tienen en común algo más que el título de países bálticos: una inflación por encima del 20%, y una enorme dependencia energética de Rusia. Desde hace años, prácticamente el 100% del gas que entra en estas economías depende de Rusia.

Tanto las restricciones en el suministro energético como los cortes de gas rusos afectan a las compras que realizan estos países, más vulnerables a las fluctuaciones en el precio. "La dependencia energética y la cercanía con el conflicto bélico es un factor fundamental", explica Luciana Taft, economista jefe de Analistas Financieros Internacionales (Afi). 

Pero los países bálticos no son los únicos: Alemania, donde la inflación roza el 11%, le compra a Rusia el 60% del gas que consume, frente a un 30% de media en la eurozona y alrededor de un 11% en el caso de España. El encarecimiento del gas natural ha llegado a disparar un 600% los costes energéticos en la locomotora germana.

"La tensión inflacionista en los países del centro de Europa que dependen del gas y petróleo ruso pueden derivar en un impacto mucho mayor en precios en estos países", corrobora Jesús Ruiz-Huerta, catedrático de Economía Aplicada de la Universidad Rey Juan Carlos y director del Laboratorio de la Fundación Alternativas.

Tensión en el mercado laboral

¿Qué tiene que ver el mercado laboral con la subida del precio de la leche? A priori, los flujos del mercado de trabajo no tienen por qué afectar a precios... Salvo cuando se convierten en la causa de los famosos efectos de segunda ronda.

"Si tú tienes un mercado de trabajo con una tasa de desempleo muy baja, puedes pedir aumentos salariales", apunta Javier Ferri, doctor en Economía e investigador de Fedea. Este es uno de los fenómenos que han ocurrido en EEUU en los últimos meses, donde un nivel de paro en mínimos históricos y la Gran Renuncia se han traducido en mejoras salariales.

Si las empresas suben salarios, estos se traducen en más costes y, para absorber los costes, terminan reflejándolos en mayores precios finales. Es la llamada espiral inflación-salarios.

Los incrementos de sueldo, por tanto, coincide Pedro Aznar, "afectan a la inflación como medida de segunda ronda", y "son menores en países con un paro más elevado". Así, por ejemplo, Dinamarca, Países Bajos o Irlanda tienes tasas de paro inferiores al 5%. Por contra, España y Grecia superan el 10%. 

Pero que en España no haya efectos de segunda ronda, no significa que no puedan darse en el futuro, avisa Ferri.

El freno de las políticas económicas

En España, el Gobierno ha repetido por activa y por pasiva los efectos beneficiosos del paquete de medidas para hacer frente a la guerra, como receta para amortiguar una inflación galopante. Y, hasta cierto punto, tiene razón.

Mientras que en España los precios han pasado de subir un 10,8% en julio a un 9% en septiembre, en países como Alemania la tendencia ha sido la inversa, y otra de las explicaciones podría estar en las diferentes políticas económicas anunciadas por los gobiernos de cada país.

Fuete: Business Insider.

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